La calidad nunca es accidental. En este trabajo se necesita paciencia y perseverancia. Debemos aceptar las dificultades y desafíos inherentes a la traducción, nunca dejar de estudiar, profundizar, perfeccionar los lenguajes y temas a tratar. Abordar esta profesión con seriedad y conciencia: es un trabajo artesanal que requiere profesionalidad, pasión y humildad.